martes, 5 de junio de 2007

Más que un imaginario (I).

De "venta de hamburguesas" a espacio para "estar".


Si bien este espacio estaba subyugado a los puestos ambulantes de comidas rápidas que aparecían en las horas de la noche acompañando un terreno vacío que de ninguna manera presentaba la impresión que ofrece la imagen, se pudo recuperar y con un 'cambio extremo' darle una 'cara' a un sector que a gritos pedía una transformación.

Es cierto que la foto no fue tomada por la noche así que el interrogante que puedo plantearme sería: "¿qué habrán hecho los dueños de aquellos puestos ambulantes al ver que se le dio otro significado a este espacio?"... Pues precisamente y hasta hace unos días, ése era el espacio donde se ubicaban dichos puestos de comidas y toda una docena de sillas "rimax" engalanando ese 'peladero'1. A continuación, les ofrezco un texto de Abilio Vergara quien, a través de un análisis etnográfico, habla de los parques como espacio de identidad en la ciudad:

"...el parque es opuesto al centro comercial, al museo, a la iglesia, al metro, porque, por ejemplo, permite usar el espacio, leerlo, por cualquier vía, en cualquier dirección.

No hay un libreto que oriente ni los desplazamientos ni el estar, no existe una secuencia obligatoria que ordene el tiempo, el ritmo o la extensión a usar: cada quien puede llegar y quedarse quieto, contemplando y salir cuando se aburra; no obstante, algunos se imponen metas -tres vueltas al perímetro, corriendo o caminando o intercalando velocidades que leen las energías y los años, las urgencias, el esfuerzo o el placer-, pero siempre a voluntad.

Alguien se detiene no en lo que ofrece el parque institucional, sino en la ocurrencia de un niño, en la presencia de alguna avecilla o el rocío en los pequeños pinos o mirando la de un grupo que irrumpe inesperado, precisamente por aquello que posibilita el parque por ser tal.

Aunque, por ejemplo, en los senderos casi todos se desplazan, unos caminan, otros corren, tomando la dirección izquierda de las entradas, de modo que son muy pocos que van -corriente que hicieron, espontáneamente, como masa que se desplaza-; lo que, a su vez, permite que los rostros casi no se miren, que los individuos o grupos, al marchar en la misma dirección, muestren la espalda y así puedan ser mirados sin que nadie se percate -aunque todos saben que son mirados-, así tampoco los ojos pueden.

Las secciones del parque esperan, quienes asisten llegan, los usan o los ignoran, por ahora, pues mañana puede ser otra la historia o puede ser la misma, quizás."2

Bueno, aunque la imagen no presenta a un parque sí es como un sector vertical de tres cuadras reconstruidas con árboles, plantas y algunas bancas, constituyéndose en uno de los espacios públicos más agradables, si no es para 'estar', por lo menos, sí para transitar.


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1 Ubicación: Avenida Sexta entre calles 28 y 29.
2 El texto fue extraído del libro (varios autores) "Lugares e imaginarios en la metrópolis"; la editorial es de "Anthropos"; el autor del escrito es Abilio Vergara quien tituló el texto como "Espacio, lugar y ciudad: etnografía de un parque". Páginas 152 y 153.

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