La museografía que viaja por toda la ciudad a través de un bus maneja condimentos que quizá no propicie la hermosura en su representación, pero a cambio de esta falencia demuestra que la riqueza popular puede retribuirse con su mensaje. El mensaje puede tener la función de reclamar cosas; sin embargo, pone a prueba la capacidad de su autor de interpretar con otra perspectiva (y con cierto humor) la realidad que vive en su cotidianeidad. Como este entretenido clasificado que se pudo leer durante el recorrido en un bus Coomoepal 1.
domingo, 29 de abril de 2007
miércoles, 18 de abril de 2007
Los supuestos "no-lugares"...
En medio del espacio donde se hallan y se derraman emociones tan fuertes que provocan las llegadas y despedidas, se desplazan minuto a minuto los viajeros absorbidos por la velocidad que impone lo cotidiano. Edgar Vásquez Benítez llama a estos espacios los "no-lugares" y, el Alfonso Bonilla Aragón es uno de ellos. Sin embargo, el autor de este blog alienta una perspectiva alterna definiendo, contrario a lo que Vasquez dice, al aeropuerto como un espacio donde se manifiestan sensibilidades y, un lugar tal vez no para 'estar' pero sí para entablar pequeñas charlas evocativas pese al límite inexorable que reclama el tiempo.
Toda una figurita.
domingo, 15 de abril de 2007
¡Eh, Ave María pues home!
Cali como ciudad pluriétnica que es, acoge en su seno a habitantes provenientes no sólo de otros lugares del país, sino también de otras partes del mundo.
Esta imagen se encuentra en la Avenida Sexta y da fe del fenómeno inmigratorio que ha abrigado a la ciudad desde hace muchos años; consecuencia de ello, los sabores, fuera de las antiguas tradiciones, van encontrando caminos de cohesión que hoy en día se ven representados de esta manera.
No es tan mala como parece.
Es cierto, la situación no es tan mala, pues se tuvo la oportunidad de estar en la reclusión de mujeres de Cali, charlar con algunas de las guardias y las reclusas y, ver cómo convivían y qué trabajos hacían en este espacio.
No la pasan tan mal como muchos podrían creer. Se divierten, estudian y trabajan; es más, algunas han tenido la posibilidad de crear una especie de microempresas mientras están como reclusas y, continúan laborando cuando ya están en libertad.
Fue todo un homenaje.
Así no hay 'Kokorikos' ni 'Frisbys' que valgan...
La otra cara de la moneda.
domingo, 8 de abril de 2007
Una estación sin fin.
Minina versión 00.
30 años no son nada...
A 30 años de la irreversible desaparición de Andrés Caicedo, el edificio Korkidi sigue vivito, coleando y funcionando, sin muchos lujos pero ahí va pa' lante!
Me permito entonces, teniendo en cuenta el trigésimo aniversario de una Cali sin su escritor más famoso, un pequeño homenaje colocando en esta pantalla, una parte de uno de sus tantos cuentos inéditos:
"Me levanté tarde. Estaba de mal genio. El desayuno no fue de mi completo agrado y seguí sin ocupación los cinco minutos posteriores. Mi papá acabó de desayunar y tiró el "Occidente" descuidadamente sobre la mesa. "El País" lo estaba leyendo mi hermana, de modo que alargué la mano aperezadamente y cogí el periódico que estaba libre, de una punta. Traté de leerlo por detrás, pero sentí como algo raro, y lo volví a su parte principal; le di un vistazo a los títulos: Rusia demanda retiro de E.U. para lograr paz en Vietnam. Maldije para mis adentros... no me importaba lo más mínimo tal guerra, ni pensé en tratar de averiguar sus causas. Más abajo decía: Viaje por Oriente inicia Johnson- Por Lewis Gulick, no me interesó en nada. Más arriba en un gran título, vi algo más o menos interesante: Cali será centro social del país y de América....! Ya era hora!, pensé, sin deducir mucho tal pensamiento..."
Es el extracto inicial del cuento "Un periódico para mi angustia", escrito en octubre de 1966.
Toda una belleza.
Un Bolívar sin voz ni patria.
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