domingo, 14 de octubre de 2007

La ceremonia de la soledad


Es una sensación de tranquilidad lejana que coincide con una ausencia entrañable, casi nostálgica. La soledad se siente y también se exhibe.

Este episodio reúne esas imágenes que muestran espacios que parecen deshabitados, con calles solas, lejanas e interminables. Sin embargo, estas imágenes no fueron producto de una intención que mostrara a estos espacios de esa manera, aunque tampoco se originaron por el azar, simplemente, abre una discusión sobre su calificativo como sitio de encuentro; es un tipo de soledad simbólica que invade a la Avenida Sexta, a los transeúntes y a su tránsito por ella.


La ausencia del sujeto en estos espacios denota una resignificación. Sin éste, el espacio no se halla en un estado ideal y completo; no se muestra común y hasta se cubre de un halo misterioso donde lo sensible puede alcanzar un grado tensionante. Sí, tensionante desde ese sosiego de elementos gráficos, con una quietud pasmosa, que inquieta...



Día... noche... No importa. La soledad no marca horarios ni coacciona acontecimientos.
Todavía se espera que alguien sobrepase esa línea divisoria, finita, de corte sublime y dimensional, resquebrajando esa escena engañosa e irreal donde parece mostrarse el solipsismo con una excesiva validez. Y aquí entonces, hay un despertar que nos devuelve a grandes rasgos a esta realidad indeclinable, pero hay momentos en los que conviene volver a soñar, sólo para sentirnos más cerca de una ceremonia de la soledad...

viernes, 12 de octubre de 2007

Nuestra Feria del Libro


Bueno, la Feria del Libro del Pacífico se realizó en la primera mitad del mes de septiembre en el campus de Meléndez de la Universidad del Valle, pero publico este tema en estos días ya que estuve algo ocupado trabajando en la tesis...


Creo que esta edición, la del 2007, no fue muy diferente a la de años anteriores ya que se presentó un número semejante de editoriales con un buen catálogo de libros; además, no presencié cosas novedosas que, por lo menos, hayan indicado aspectos más interesantes. Sin embargo, pensándolo bien, creo que faltó una editorial bogotana que, las veces que vino, ofreció un surtido de libros (buenos) a un precio de diez y veinte mil pesos.


Como siempre, hubo stands con libros muy apetecibles pero con valores ciertamente exagerados (con precios que superaban insolentemente los cien mil pesos)... Nada de descuentos.


Debido a estos precios "galácticos" las opciones de adquisición se redujeron considerablemente. Pero pese a este inconveniente, logré adquirir uno de los libros que venía buscando por meses: "La ciudad letrada", del escritor uruguayo Ángel Rama; así que, esto me satisfizo mucho ya que no había podido conseguir este libro en muchas librerías. Ni siquiera estaba en la biblioteca de la Universidad del Valle para describir un poco este detalle; lo que quiero decir es que, esta clase de libros se puede conseguir muy posiblemente en este tipo de eventos.


El pasearse por todos estos pasillos, tan llenos de palabras, de conceptos e ideas, sólo puede hacer que se disfrute, aunque sea no más observando. El libro, tal vez esté en esa dinámica de consumo y comercialización desmedida, pero su real significado, su verdadera esencia, rebasa esa concepción que es generada por las múltiples circunstancias de la posmodernidad, la tecnología, los medios masivos de comunicación y las relaciones de estos factores con el sujeto y la sociedad. Cuántos libros se han publicado... y cuántos más estarán por publicar...